sábado, 17 de febrero de 2007

Sueños. ¿Sueños?



-¡Mariona, espera!
Mariona agachó la cabeza para esconder la sonrisa que le saltaba a la cara cada vez que oía aquella voz. Si sus compañeras se enteraban de que le gustaba Salvador no la dejarían en paz ni un momento.
-Hola Salvador.
-¿Tienes un momento? quiero hablarte de lo que decidimos en la reunión de ayer…
-Mmmm, sólo un momento…
-No te preocupes Mariona, ya te cubrimos con la capataza, jijiji
Vaya, parece que no disimulaba tan bien como creía…
-Mariona, ¿cómo estás? ¿Te sigue molestando el hijo del dueño? Sabes que sólo tienes que decírmelo, y mis amigos y yo iremos a darle una lección…
-Salvador, no hables así… me asustas… ¿Qué decidisteis ayer?
-Vamos a ir a la huelga… ¡Esto no puede seguir así! Nos explotan, el otro día al pobre César le cortó la mano la máquina de cortar el acero… tiene dos hijos pequeños… su mujer vino a verme, con lo que gana no puede pagar las curas… y los dueños ¿qué han hecho? ¡Echarle sin más! Hemos organizado una caja de resistencia para ayudarle, pero tampoco es que nos sobre el dinero… yo estaba intentando ahorrar, quisiera casarme pronto… he encontrado a una chica que me gusta mucho…
Mariona levantó la cabeza alarmada… para encontrarse con los ojos de Salvador, que la miraban con picardía. Salvador inclinó la cabeza… sus ojos clavados en la boca de Mariona.
Mariona se mordió el labio inferior… iba a besarla… ¡allí ante las puertas de la fábrica!
-¡Mariona! ¡Corre, la capataza se acerca a los telares!
Se separaron de un salto y sonrieron.
-Te recojo a la salida


-¡Te recojo a la salida! Ona, ¿me oyes?
-Uffff, lo siento, me he quedado dormida otra vez. Sí, sí, perfecto, quedamos en la puerta del Blue a las 3.
Era tarde. Casi las 6. A las 8 de la tarde empezaba a trabajar en el Blue. Desde que Victoria decidió repartir entre los empleados el diez por ciento de los beneficios, todos vamos a trabajar más contentos. Si hubiera habido más jefes como Laura Victoria en la época de Mariona y Salvador…
Ouch, se estaba volviendo loca… Mariona y Salvador no existen, son un sueño, lo entiendes!!!!

Ona ató la bicicleta a una tubería, a la entrada del Blue Bar.
-Miaowwww
-Hola, ¿vas a guardarme la bicicleta, verdad, precioso? Hay mucho mangui suelto por aquí.
-¡Miiii aoww!
Realmente, me estoy volviendo loca… juraría que me ha dicho “¡No lo sabes tú bien!”
Ona entró en el Bar. Nerea ya había llegado.
-Hola Ona, ¿Qué tal? ¿Ha vuelto ya Liam de Francia?
-¡Hola guapísima! Sí, me recojerá a la salida. Luego te lo presento. A ver como se da la noche…

3 comentarios:

maps dijo...

Dandole vida a los sueños, hablando con los gatos... esta Ona está cada vez peor

Irene dijo...

Jejeje Ona es un personaje de lo más interesante.

Irene dijo...

Dile a Ona que se acuerde de contarle a Nerea lo de sus sueños xD