jueves, 15 de febrero de 2007

Comida de tarro al curry

Queridísimo blog:

Estoy colapsada. Justo empecé a currar en el Blue Bar. Es un ambiente sofisticado, muy azul. No es que paguen una maravilla pero igual con el tiempo me suben el sueldo, "porque yo lo valgo". A las tres de la mañana toca cerrar todo, recoger los vasos vacíos, barrer las colillas y restos de paquetes de cigarrillos que han tirado al suelo...en fin, que acabo medio muerta. Los clientes son muy variopintos y me gusta analizarlos en la distancia y hablar con ellos cuando se acercan a la barra, solitarios, buscando conversación por puro aburrimiento o por exceso de alcohol.
Se dice que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Por eso me gusta este trabajo de camarera.

Por la mañana me cuesta levantarme. Tengo miedo de estarme transformando en algo similar a lo que describía Kafka.
Luego a la Universidad. Me topé con Ona y le pasé un libro que encontre en la biblioteca porque supuse que le gustaría. Los mediodías de una a cuatro me como un bocadillo y me paso el tiempo ahi, ordenando libros y atendiendo a los usuarios. Para rematar, me han llamado del otro bar donde eché el currículo. El Urpiano bar. Le dije que me lo tenía que pensar. Que me pasaría por ahi para ver el ambiente que hay y comparar. He pasado por ahi antes de ir al Blue Bar y estaba todo lleno de gente bebiendo cerveza por el morro. Me tomé algo a la salud de Urpiano y salí deprisa sin decirle nada porque aún estoy meditando qué hacer.

Lo malo es que si me pongo a currar en el bar ese es de 8 a 6 de la tarde. ¿Y cuando estudio? ¿Y que será de mí sin mi biblioteca? ¿Y sin internet gratis? Pero tengo que pensar en que hace tiempo que estoy monetariamente "broken", "quebrada". Y el sueldo de un becario es prácticamente nulo.
A ver, no puedo ser un robot. Me temo que iré a decirle a ese hombre que no puedo. Si quiere contratarme, tendrá que ser los fines de semana y festivos por la mañana. Entre semana, que nadie me quite mis libros y mi internet.

También podría apretarle las tuercas a Victoria, la dueña del Blue, ya que si en otro sitio me ofrecen más ella tendría que igualar la oferta ¿no?

Leí que en las entrevistas la persona más alta mira hacia abajo a su interlocutor y juega con ventaja. La dueña es más alta que yo, así que me pondré unos pedazo bestias zapatos de tacón.

Voy a entrenarme:
-Mira Victoria, me han ofrecido tanto la hora en el bar nuevo. ¿No te parece que podríamos renegociar? - Entonces me la miraré fijamente desde ¿arriba? con mi mirada llena de rimmel y me subirá el sueldo.

Queridísimo blog, me largo ya que una de las funcionarias jefe ha salido por la puerta. Otro día contaré que pasó con los trabajos y hablaré un poquito de la clientela.

5 comentarios:

dalr dijo...

Uf, pues como aceptes la oferta del Urpi, no voy a saber dónde meterme. Ahora que había encontrado un sitio sin féminas a las que engatusar temporalmente con mi sonrisa profident... :D

Blueyes dijo...

ummm esta chica promete!!! creo que la Victoria esa tendrá que negociar jijiji

gotomax dijo...

Jojojojo, caliente caliente se pone el tema laboral en el club de la vela. Si es que hay escasez de profesionales de la hostelería y encontrar a alguien como Nerea debe ser difícil. Yo negociaría, pero descalzas sobre la moqueta las dos.

Norma dijo...

Di que sí, Nerea, que tú lo vales!!! Subete al taburete si hace falta, jajaj

Irene dijo...

jajajaja :_) La parte psicologica de la negociación. Si no funciona se pondrá zancos xDD