jueves, 15 de febrero de 2007

En la barra del Blue

Asis se ha refugiado en el extremo más oscuro de la barra. Las dos primeras cervezas le han dado algo de lucidez y su tensión se disipa poco a poco.

Observa a la que parece ser la dueña del bar. Asis la clasifica, como una de esas personas que necesitan hablar con todo el mundo, los conozca o no los conozca, y se estremece solo de pensar que pueda dirigirse a él.

Quiere pasar desapercibido. Quiere fundirse con las sombras por esa noche. Pide una tercera cerveza a la camarera, que le mira como con aire de reprimenda.

Cuando se gira en busca de la cerveza, Asis aprovecha para mirarla el culo. Hmmm. Nada mal. Tiene un punto interesante, un algo diferente.

La camarera se gira, le mira por un instante fijamente, y le sonríe, de nuevo con ese tono de reprimenda, adivinando el anterior objetivo de los ojos de Asis. Le pone su cerveza y se dirige a atender a otros clientes.

En este bar todo el mundo parece conocerse. ¿Cuándo fue la última vez que salió a tomar unas cañas acompañado?. Demasiadas horas de laboratorio, demasiadas horas tras una pantalla... sus escasos conocidos de confianza, son nombres virtuales al otro extremo de internet.

Y de uno de esos nombre virtuales, depende su futuro inmediato. Pero eso será mañana. Por hoy, solo quiere cerveza. Solo quiere sombras.

4 comentarios:

Le Mosquito dijo...

¿Pero es que nadie sirve güisquie en éste bar?

Ya ves. Sigo con la tea en esta noche en vela.

Oye, cucha, que otro día vuelvo más sobrio por aquí.

Graciasss.

PD: Joer, que puta manía con la coña de la verificación de palabra, por si uno no tufiese fastante con burlar alcoholes (etílicos, añado)
¡Hips!
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¡Hala! y que no me deja. Antes me pidió que escrifiese "hjjbndsjdsgi" y ahora me dice quescrifa "kgcssgcalds"
cagontó

Irene dijo...

Asis guarda un oculto misterio. ¿Quien será ese personaje tan importante y cibernético que se cruzará en su camino? :O!!

Blueyes dijo...

ummmm que intriga!!!

gotomax dijo...

Pues según iba leyendo me veía en ese bar, pero situado en cualquier ciudad norteamericana, uno de esos bares de las películas en el que flota una espesa atmósfera de humo y vapores de alcohol. Música de piano y un crooner susurrando una melodía que te eriza todo el vello visible (léase cara, brazos y ya está).

Complicado escenario para un gato callejero. Debo ponerme manos al teclado y sacar a MAX de su bajón de pastis consumidas sin consentimiento previo. Pobre MAX.