miércoles, 28 de marzo de 2007

En la red en busca del contacto

Es difícil resumir lo ocurrido en los últimos días. Un cambio de pensión un par de barrios más allá (en el anterior ya me dejé ver lo suficiente por el momento), y mucho dolor a cada movimiento por la maldita rodilla.

Aunque finalmente, el virus y la apañada cura de Doc hicieron su trabajo, y dos días después podía mover la pierna con apenas una molestia leve.

Me miré en el reflejo de la pantalla del ordenador, ahora en negro. Es imposible, pero diría que aún parezco más joven. A estas alturas, si la gente del complejo se cruzara conmigo, casi ni me reconocerían. Quizás eso había ayudado a que aún siguiera libre…

Por fin. La antidiluviana computadora de la recepción de la pensión, se había terminado de encender. Un poco de amabilidad y 30 euros extras, habían conseguido que la hortera señora que dirigía aquel lugar, le prestara el ordenador una hora.

Acudir a un cibercafé no hubiera sido prudente. Los del complejo, seguro que tenían bajo vigilancia o sobre aviso todos los cibercafés a los que pudieran llegar. Un tipo como él, no sabe moverse por las calles… pero por la red…

Miró con cierta desidia el icono del único navegador disponible: el inefable internet explorer. Puf… la conexión no resultaría muy segura, pero no había más remedio.
Tecleó una dirección IP seguida de unos cuantos nombres y números más y esperó.

Finalmente la pantalla de bienvenida del chat del club de las noches en vela terminó de cargar. La forma en la que había accedido a ella, en lugar de por la dirección habitual, ya le identificaba de primeras, como alguien del club y no invitado.

Tecleó su nick “Picard-ncc1701” y la password. Picard-ncc1701… un pequeño homenaje a uno de los capitanes de la Enterprise. (Todos los freakis son iguales).

Con su nick, había completado el segundo paso de su identificación. Tras los saludos iniciales, escribió tres frases aparentemente intrascendentes, intercaladas entre otra pequeña serie de frases está vez sí sin sentido.

Las tres frases componían una pequeña secuencia, que el servidor del club, identificaba automáticamente, y que unida a su nick y forma de conectarse al club, completaban el proceso inicial de conexión. Una alarma sonó en los seis móviles de los miembros del club, incluido su desaparecido móvil. El tipo que lo tuviera, vería sorprendido como la pantalla de su móvil se tornaba azul oscuro, con la palabra VELA en letras blancas parpadeando en ella.

Ahora solo tenía que esperar a que el nick de aquel de los 5 restantes miembros que esperaba, apareciese en el chat… “HanMilenario-3PO”…

11 comentarios:

Norma dijo...

Menos mal que ha vuelto Asís, que es de ciencias, a ver si pone un poco de orden entre tanta vida bohemia, XDDDDDDD

Irene dijo...

¿quienes son esos 6 miembros del club conectados a una clave secreta con su móvil aparte de Asis? Urpiano, ojitos azules,Picio,...me faltan tres. ¿Alguno me da más información?

maps dijo...

Irene, nunca te fies de las apariencias......

Y si lo del bar de Urpiano era una tapadera del Club? Sy si estaban engañando al cateto de Urpiano para desopistar a los malos? y si...?

Esperaremos a ver quienes son los miembros que reclaman esa llamada telefónica.........

Norma dijo...

Ona no tiene movil.....

dalr dijo...

Y además no sabemos quién tiene el de Asis... Pero Picio, que no puedo ser uno de los seis porque no tiene móvil propio y porque además está en la parra, sí tiene un móvil. Creo que vamos a dejar atrás la fase romántica (por un tiempecico al menos... ;)

Norma dijo...

Todos los hombres sois iguales!!! XDDDDDDDD

dalr dijo...

Bueno. No te sulfures tan rápido que Picio aún te tiene pendiente alguna sorpresita agradable. Claro que antes Ona va a tener que pronunciarse. Que por no decir, no ha dicho ni glups. :D

Norma dijo...

Ona es de pocas palabras.
Prefiere que sus hechos hablen por ella.
A ver si este finde saca un rato y se pronuncia ;)

Que paranoia!!!! Aquí hay que ver si el autor quedó satisfecho, la protagonista, contenta; no herir la susceptibilidad de la autora, ni el amor propio del protagonista... ARGGGGG

Me encanta XDDDDD

zendal dijo...

Que conste que yo necesito un croquis, porque ya no tengo claro si el móvil de Asis lo tiene Picio, se quedó en un taburete del bar del Urpiano, lo tiene la de la limpieza del BB...

Porque el colgante... ¿lo tiene Alex, verdad?...

Que lío llevo, ais...

Irene dijo...

Creo que hubo otro móvil que fue tirado a la papelera del Urpiano por Auror. ¿Os acordáis? Nadie lo recogió y ahora ya es tarde. La explosión no dejó restos de nada xDDDD a ver si ese era el móvil de Asis jejeje

Y sí, el colgante lo tiene Alex...si es que no se lo ha comido MAX, el gato pastillero o una de sus múltiples fantasmas, que todo podría ser :D

Norma dijo...

Pues como nadie se pida un movil pronto, me voy a adjudicar a Ensiamadas en la cabeza/Leia

Es broma :)