sábado, 17 de marzo de 2007

Un sueño hecho realidad

Pitín estaba confuso. No entendía qué le había pasado. Se había prometido alejarse de cualquier mujer hasta que no encontrara una solución a su problema. Ahora ni siquiera tenía claro cual era su problema pero estaba claro que el hecho de tener a una mujer en su casa, duchándose a pocos metros de distancia, no era el mejor camino para solucionar lo que fuera que le preocupaba.

Sin duda aquellos sueños habían influído. Aún estaba conmocionado y, no podía entender porqué, feliz cuando salió a la calle. Se dirigía a... Bueno. Eso ya no tenía mucha importancia. El hecho es que había chocado con la chica de sus sueños, aquella a la que evitaba desde que entró por primera vez al bar azul.

¿Por qué la había invitado a subir? ¿Por qué se había comportado de un modo tan extraño en él? Y sobre todo, ¿por qué le había dado su nombre en clave en vez del real? Aquello quizás era fácil de explicar. Era cierto que desde que tomó la decisión de llevar una vida virtual paralela se sentía más decidido. Más fuerte. Picio, fuera quien fuera, resultaba mucho más interesante que Pitín. Lo impulsaba a descubrir cosas nuevas. Y quizás había sido Picio y no Pitín quien salió a la calle.

Al despertar de su extraño sueño se había dirigido al ordenador. Aquello se había convertido en un rito imprescindible antes de acostarse y después de levantarse. Entrar al club de las noches en vela e ir conociendo cada día mejor a sus miembros. En silencio. Sin apenas mostrarse. Pero todos sabían que estaba allí y lo respetaban. Incluso le dedicaban algunas bromas. Sin saber cómo ni por qué, lo habían aceptado en su familia y se notaba en el tipo de mensajes. Había notado una pauta de comportamiento. Cuando entraba alguien nuevo la conversación derivaba hacia vanalidades. En cuanto se aburría y se marchaba las conversaciones volvían a temas más personales. Algunos inquietantes. No sabía quiénes eran, pero estaban al corriente de muchos temas que discutían de manera organizada unos días concretos de la semana y sólo a determinadas horas. Política, tecnología, economía... Allí se hablaba de un montón de asuntos interesantísimos y se orquestaba todo tipo de acciones pero no abiertamente. Había una especie de clave que aún no había descifrado. Los nombres tanto de personas como de organizaciones eran ficticios y también los de los lugares. Ellos los entendían aunque Picio todavía no. Pero ya sabía que había una clave y estaba convencido de que ellos le daban pistas para entenderla. El resto del tiempo hablaban de la vida, de sus inquietudes, de fiestas... Era cuando Picio más disfrutaba.

La noche anterior al sueño ocurrió algo extraño. Un nuevo visitante, llamado Xela, había entrado cuando empezaba a llegar gente. En seguida empezó a mandar información sobre unas páginas rarísimas en japonés. Le hizo gracia ver a Mazinger Z, un icono de su infancia. Pero a los miembros del club aquello no les gustó. Se dio cuenta porque empezaron a decir cosas sin sentido que sin duda eran una clave más compleja que la que él empezaba a entender. De repente el chat desapareció y quedó únicamente un mensaje: server error. Intentó volver a cargar la página pero sin éxito.

Pero si aquello era extraño, más aún fue lo que ocurrió a la mañana siguiente. Mientras su cerebro se iluminaba con las imágenes de su sueño y el olor a violetas seguía clavado en su cerebro, vio que el muñequito verde de la esquina inferior de la pantalla parpadeaba. Era un mensaje. Jamás había recibido ninguno. Era corto e inquietante. "Asunto Xela. Agresor localizado. Reunión urgente en E1. Nadie se mete con el club. Asunto Sisa. Sigue según lo previsto. El club de las noches en vela". Y a continuación una secuencia de números y letras incomprensible.

Había salido a la calle para pensar. Quería ser parte del club y tenía la ingenua expectativa de encontrar algo que le indicar qué podía ser E1. Pero Ona se había cruzado en su camino y sus prioridades habían cambiado en un segundo. Sin duda nada volvería a ser lo mismo. ¿Por qué le dijo que se llamaba Picio? Aquello no podía seguir así. Sabía cómo acabaría. Era una chica preciosa que sin duda estaba impresionada por su físico. En menos de una semana se habría cansado de él y no estaba dispuesto a pasar por ese tormento de nuevo. Además, sabía que esta vez el sufrimiento sería aún mayor. Aquellos sueños... Debía quitárselos de la cabeza y pedirle que se fuera.

ToallaMientras pensaba en ello se abrió la puerta del baño y la habitación se inundó de un aroma a violetas más penetrante que nunca. Ona se asomaba tímidamente a la puerta, sujetando con fuerza la toalla en la que envolvía su cuerpo. Se la veía... ¿asustada?

- En esa silla te he dejado algo de ropa limpia... No es mía, bueno, es... en fin. Te sentirás más cómoda si...

- Gracias.

Ona volvió al baño con la ropa. ¿Cómo podía ser tan estúpido? Era evidente que aquella ropa no era suya. Tenía bastante ropa de mujer en casa. Prendas que muchas chicas habían dejado y que jamás vinieron a buscar. Pitín la lababa, la planchaba y la dejaba perfectamente doblada en un cajón del armario, con la esperanza de que su dueña volviera. Pero nunca volvían. Ahora le preocupaba que Ona pensara que era un deprabado. ¿Qué hacía un chico como él con tanta ropa de mujer? Tendría que explicárselo todo. Pero se imaginaba dando explicaciones, trabándose en cada palabra, balbuceando excusas... Era patético. Sentía que en aquella ocasión no iba a necesitar ni tres días para que la chica se diera cuenta de que era un imbécil. Para que se marchara aburrida o asqueada. No Pitín no tenía remedio y Picio aún no estaba listo para sustituirlo.

Había preparado dos juegos de desayuno en la mesita del comedor. Sobre el mantel inmaculado había un bol con fruta fresca, cereales, paté y quesos, yogures, bizcocho, una jarra de leche, café y agua hirviendo para el té, azucar, varios tipos de confitura casera y, algo escondido, un bote de Cola Cao. En el instante en que las tostadas saltaban ruidosamente de la tostadora Ona apareció a su espalda.

- Menudo despliegue de medios... Ropa de marca, desayuno para un regimiento, ambiente perfumado... ¿Venden el kit para chicas descarriadas en El Corte Inglés o se te ha ocurrido a ti solo?

- Yo... yo... Pensé que tendrías hambre y... la ropa... yo... (mierda)

- Perdona... Cuando estoy nerviosa me sale la vena guerrera y acabo diciendo lo que no debo. Has sido muy amable preparando todo esto.

- De nada... Es lo menos que podía hacer después de lo que hemos pasado. Quiero decir. De lo que has pasado. En fin, que no sé si has pasado o no has... Vamos, que no podía dejarte en la calle y que... ¿Té o café? (mierda, mierda, mierda... ¿no se te ocurre nada mejor que decir?)

- ¿Eso de ahí es Cola Cao?

La sonrisa pícara con la que Ona miraba el chocolate derritió la sangre que permanecía congelada en las venas de Pitín desde el mismo momento en que vio a Ona junto a la puerta. Mientras reitraba la silla para que ella pudiera sentarse buscó con la mirada la alacena. Retiraría la mitad de las cosas de la mesa y las sustituiría por sus madalenas con pepitas de chocolate, los sobaos pasiegos que compró en el bar de Urpiano y los donuts. Sabía que le costaría juntar dos frases seguidas frente a aquellos ojos centelleantes. Pero también tenía clarísimo que no le importaría desayunar con aquella mujer el resto de su vida. Sentía una extraña punzada en el pecho. O quizás en el costado. Daba igual. Quería sentarse frente a ella y verla comer mientras le explicaba su, sin duda, apasionante historia. Lo que ocurriera dentro de tres días no importaba.

10 comentarios:

maps dijo...

No me hacía a Ono así de sensual. Desde luego si sale alguien así de la mi ducha, yo también me quedaría sin palabras

Irene dijo...

A los ojos de Picio Ona es la mujer explosiva :D Aquí hay tomate.

Anónimo dijo...

Animo Picio, creo que esta vez sera distinto, Ona es muy especial, seguro que teneis mas cosas en comun de las que piensas ;)

Norma dijo...

Ala!!! Ona fuma!!!!!!!! ARGGGGGGGGGGG!!!!

Bueno, igual lo deja por el colacao, jeje, con lo que lo había echado de menos...

Yo a Picio le veo "muchas posibilidades"

Si Urpiano se esforzara un poco, creo que tendría posibilidades con Gema, que aun es joven y, si se arreglara un poco estaría de buen ver. Con la de dinero que tiene Urpiano, podrían ir a un balneario los dos; un buen tratamiento de belleza... y a vivir... aunque bueno, la grasilla del jamón también es buena para las arrugas


Ahora tendré que involucrar a Ona en la trama Sisa XDDDDDDD

Unknown dijo...

hola, te convido a leer mis poesias (historias cortitas).

Blackjoker dijo...

Es genial la primera cita de dos personajes!!! no quiero meteros prisa pero, como harían las suegras de turno:
Cuando formalizareis vuestra relacion, el primer niño sera con nombre del abuelo paterno o materno,je,je es broma...seguid asi chicos el Amor es genial en cualquier realidad,por esos siempre os mando besos.

Blackjoker dijo...

Ah, darl de parte de S. bellamafia,te envio un :
Anda ya!,je,je:-D

Irene dijo...

Pues nada, ya que hay tomate entre personajes añadí un poco más de pimienta con Nerea y el vecino sexy.

Ona y Nerea podrían juntarse en el chat para la trama SISA.( ¿Qué rayos es eso? xD) Ya metí a Nerea a chatear con ellos.

dalr dijo...

Buf! He tenido un fin de semana muy movidito y no he podido seguir el tema, pero veo que está la cosa muy revuelta... Me encanta, voy a ponerme a leer ahora mismito.

Norma, de momento no he hecho fumar a Ona. La foto es ilustrativa y está básicamente por la toalla, pero vaya. Que si Ona es realmente así, yo no me voy a quejar... y tampoco Picio :P

Por cierto que me tienes que contar eso de las posibilidades. :S

dalr dijo...

Black, dile a bellamafia que se meta sus ironías por donde le quepan. Picio es muy pero que muy capaz de atraer a una chica así. Aunque sólo sea durante cinco minutos :(