jueves, 15 de marzo de 2007

Adiós Salvador, Hola Picio

-Salvador, ¡Salvador! ¡Por favor, que alguien me ayude!
-Mariona, no hay tiempo, me voy... No dejes que el señor Bofarull se salga con la suya... pide ayuda... mis amigos te protegerán. Mariona, tenía tantos planes... pero ya nunca... aaah!
-Salvador, no me dejes, no te vayas, no te vayas...
-Mariona, te quiero...
-Salvador, Salvador!!!!!!!!!!!

....


-Salvador!!!!!!!!!!

-Ona, ¡cállate de una vez!

Uffffffff, malditos sueños. Estoy llorando... era tan real. Pobre Salvador. Esa bala me habría matado a mi, murió por mi... Ona, por favor, get a grip!!! Salvador no existe, te estás volviendo loca. Lo que necesitas es una buena ducha. Ouuuchhh, no me acostumbro a vivir aquí, sin ducha, sin intimidad... tengo que preguntarle a Nerea si podría ir a vivir con ellos. Tengo que hacer algo con mi vida, no puedo estar más colgada. ¡Me voy de aquí!

Las calles aun estaban oscuras. Pronto saldría el sol. Ona ya no era aquella chica que caminaba deprisa, con decisión. Tambaleándose un poco por la falta de sueño y de comida llegó hasta el Born. Cada vez se sentía más como en casa allí.

Al doblar una esquina, tropezó con algo... o alguien.

-Ay!!!!!

-No te asustes, no voy a hacerte nada.

-Perdona, es que iba distraída... ¿te has hecho daño?

-¿Daño? No, ha sido un golpe de nada. ¿Y tú?

-No, no, de verdad, perdona otra vez, ya me voy...

-Espera, yo te he visto antes, ¿trabajas por aquí?

-

-Claro, en el Blue Bar... te recuerdo... ¡Recuerdo tu perfume!

-Pero yo no uso perfume... bueno, es igual, mejor que huela a perfume, porque con la falta que me hace una ducha...

-¿Dónde vas a estas horas? Está todo cerrado.

-Bueno, pasearé hasta que abra Urpiano, quiero hablar con Nerea.

-Pero faltan horas hasta que abra. Ven a mi casa. Puedes darte una ducha y tomar algo caliente hasta entonces.

-No, da igual...

Picio le pasó un brazo alrededor de los hombros. Nunca se había sentido cómodo con las chicas, pero con ésta era diferente. Estaba llorando, parecía tan indefensa, tan desesperada...

-¿Cómo te llamas?

-Ona

-Ona, no hay más que hablar. Te vienes a casa y luego yo mismo te acompañaré a ver a Nerea.

-Gracias. Y tú, ¿Cómo te llamas?

-Picio.

-Picio, ¡qué nombre más raro!

-¡Pues anda que el tuyo!

Cuando vio que aquellos ojos de color violeta se iluminaban con una sonrisa, Picio supo que había encontrado un objetivo en su vida.

4 comentarios:

Irene dijo...

Ala, qué chulo! "Love is in the air" jajaja :D

Auror dijo...

que pasada¡¡
estoy dos dias sin poder conectarme y de cambia toda la orientacion; desaparecen los moviles, y se movilizan los amores¡¡¡¡
Voy a ver si consigo ponerme al dia¡¡¡

dalr dijo...

Uf! Picio ha caído a la primera... Tanto tiempo alejándose de las chicas y al primer tropezón.., tropieza de nuevo. Aunque esta piedra parece diferente. Claro, si lo bombardeáis hasta en sueños... A ver qué hace ahora con la tentación en casa... Voy a pensar en ello un segundo.

Uf. Mejor lo pienso más rato que este blog es para todos los públicos ;)

Norma dijo...

jejejeje