jueves, 8 de marzo de 2007

Seguimos de turismo...


Menuda mierda de coche tiene este tío...

El representante de jamones creyó que estaba dormido, por eso se confió y empezó a acariciarme la cabeza a contrapelo. Una a una fui sacando las uñas sin siquiera abrir los ojos, cosa que le hizo darse cuenta del error que cometía. De inmediato retiró la mano que tenía sobre mi, agarrando fuertemente el volante.

-Tranquilo chico, sólo buscaba un collar que dijera tu nombre o un teléfono, pero por tus cicatrices veo que vives en la calle como yo. Dentro de dos horitas estaremos en Toledo, por lo que yo de ti descansaría este rato. Pásate atrás si te sientes más cómodo.

Como eso me lo dijo señalando con el dedo, le hice caso y me acurruqué sobre una manta de viaje que había allí atrás. De una patada desperté a conciencia, tenía mucho que explicar y sólo disponía de dos horas para ponerme al día y trazar un plan.

-¡¡¡¡C-U-E-N-T-A-M-E todo lo que sepas maldito fantasma...y rápido!!!!
-Tranquilo MAX, enseguida sabrás quien soy realmente.
Trata de recordar, tú siempre has dormido en sitios mas bien raros. Recuerda que en casa lo haces sobre aquel armario tan alto, eso cuando no te da por ir de piso en piso probando camas diferentes.
Pues bien, hubo una temporada que te aficionaste a dormir metido en el hueco del motor de los coches, aprovechándote de la gente que llega de noche a casa. Como presupones que hasta el día siguiente no lo van a mover te duermes profundamente.
Pues bien querido MAX:
¡¡tú me mataste en este mismo coche hace ya dos años!!


Me empezó a pasar todo de golpe por la mente, recordando al instante lo ocurrido. La presión de las correas descarnando mis huesos y mucha sangre, eso recordé.
¡Mierda! era verdad. Los recuerdos se agolpaban pidiendo paso, pero me sentía incapaz de irlos digiriendo. Entonces lo ví, claro cómo si estuviera ocurriendo en ese mismo instante.


Al perro de la gasolinera ya le conocía de antes.

En pleno flashazo clarividente observé que la manta se movía acompasadamente, como si estuviera respirando ella sola. De un zarpazo aparté la manta para comprobar atónito que no estábamos solos.

-¿Se puede saber quien es este gato? ¿y por qué hasta ahora has permanecido oculto escuchando?
-Perdoname por haberme montado en el coche, pero quería salir de este maldito pueblo y huir del perro de la gasolinera. Estoy harto de esconderme de él.
-Eeeeeh, concienciaaaa...¿qué sabes tú de todo esto?
-...Verás MAX...¿Si te digo que éste es BLACK, el segundo cartucho gastado, te enfadarás mucho conmigo?
-¿cómo? ¡¡Ahora tienes los santos cojones de decirme que no sólo me he muerto una vez, nooooooo, el señorito dice que ya son dos las vidas perdidas!!
¿Y en Toledo qué, encontraremos más vidas malgastadas? Joder qué mierda más grande, quien me mandaría a mi salir del Born metido en esta cucaracha de coche, con lo bien que se duerme sobre el armario de nuestra casa.

Bueno, ahora dejarme pensar un rato para ver cómo salimos de este embrollo...resulta que tengo dos fantasmas con quien conversar, esto es la leche!!!

5 comentarios:

dalr dijo...

Pues sí que te has metido en un buen berenjenal... A ver cómo sales :D

dalr dijo...

Por cierto, que veo que estábamos escribiendo a la vez. Cuando yo he colgado el mío tú aún no estabas y ahora sales antes... Y eso que tú vienes con chuleta del bar y yo improviso. Tardón!

Anónimo dijo...

pobre Max cuantas vidas habra perdido ya

Irene dijo...

jajaja pobrecito MAX. Me imagino a MAX en su última vida cómo podría ser: seis gatos espíritu hablando con él xD

gotomax dijo...

No Dalr, es que la tenía en borrador porque me faltaba una foto(la del perro).
Por eso sale antes aunque haya publicado después tuyo.

Lo de MAX se complica por momentos.
Pronto crónica desde Toledo.