lunes, 16 de abril de 2007

Flashbacks

Llega un punto, queridos lectores, en que toda historia merece ciertas aclaraciones y para ello, deberíamos rebobinar hacia atrás. Es absolutamente necesario para ponernos al día con ciertos acontecimientos posteriores.

ASÍS

Asís albergaba ciertos secretos:
Un disco en su reloj de pulsera, un código de acceso en un móvil que perdió y un virus en su sangre, aparte de una muestra en un colgante, que al parecer también le había sido robado. La humanidad podría beneficiarse de la mutación que provocaba pero todavía no se sabían sus efectos secundarios, uno de los cuales es que Asís cada vez aparenta ser más joven y sufre de cierto desajuste hormonal que le lleva a pensar bastante con su otra cabeza.
Su choque con cierta camarera del Blue Bar hizo que se encontrase con Albert, quien le metió en manos de cierto doctor-veterinario.
Asís se decidió a contactar con el resto de miembros de su grupo conspiratorio: El club de las noches en vela.
Picard-ncc1701” y la password. En ese momento, en su móvil extraviado, una persona obervaba como la pantalla de su móvil se tornaba azul oscuro, con la palabra VELA en letras blancas parpadeando en ella. ¡VELA! El club de las noches en vela.

HanMilenario-3PO había conectado con el chat.

EL DOCTOR

El doctor hizo lo que pudo por disimular delante del capitán cuando le vio aparecer con Asís a cuestas. ¡Con lo que le habían estado buscando y Albert se lo estaba ofreciendo en bandeja!
Le habían seguido la pista desde el principio. Le habían dejado irse y lo habían seguido, tomándole fotos de sus cambios físicos,usándolo como conejillo de indias para analizar en un humano los cambios del virus. Asís había logrado eludir la vigilancia desprendiéndose de su teléfono móvil. Chico listo. ¿Cómo pudo averiguar que había en él un localizador de personas? Por supuesto, no podían perder la pista del preciado teléfono, que marcaba ahora otro lugar en el barrio del Born. Por supuesto,pronto lo recuperarían. Y ahora tenían de nuevo a Asís controlado.

El doctor no tenía esas fotos en el disco duro de su ordenador y había hecho lo posible por borrarlas de su cabeza, pero pudo reconocerle.
Asís tenía una ligera herida, la piel desgarrada justo dónde había caído, en la rodilla. Fue fácil recoger una muestra de sangre sin que nadie lo advirtiera. Después de que Asís y Albert marcharan, la analizó con su microscopio y anotó todos los datos, enviándolos rápidamente por fax.
De inmediato realizó una llamada telefónica que le daba nuevas instrucciones. En pocos días, si todo iba de acorde con lo previsto,recibiría dentro de un sobre sin remitente un colgante. Debía abrirlo con sumo cuidado, pues dentro había una muestra de materia viva que debía analizar. Los datos se enviarían también por fax y se haría una comparativa entre el virus inicial y la mutación final.

Conocedor de numerosos secretos e inventos, sabía que tarde o temprano intentarían silenciarle. Puede que la Compañía temiera su traición. Pero a quienes más temía ahora no era a los asesinos a sueldo de La Compañía, sino a los poseedores de los dos grandes inventos que podían suponer un cambio en la humanidad: El "capitán" y el chico superdotado,llamado Asís. Si aquello se descontrolara...
No, de momento no lo matarían. Aún lo necesitaban. había hecho un buen trabajo y lo felicitarían.
En un momento en el que Asís perdió el conocimiento y con bastante disimulo, consiguió desabrocharle el reloj de pulsera que llevaba. Ya tenían de vuelta el disco y al propio chico, al que tenían de nuevo bajo vigilancia. Sólo les faltaba recuperar el móvil y la muestra, algo que a "ellos" no les supondría problema.

GEMMA

Gemma había vuelto de Egipto después de haber contactado en el Cairo con un agente... y se había reencontrado con James, su viejo amor. James era un agente secreto que al parecer andaba metido en un asunto increíble. Le había hablado de conspiraciones, bionanotecnologia, grupos de internautas, cilindros que guardan secretos fundamentales, cientificos fugados, millonarios perdidos, moviles con claves secretas...En el cairo su contacto le entregó unos documentos y le dijo que los protegiera con su vida, entregándoselos a James, y eso era lo que había hecho.
Por supuesto, los había ojeado discretamente, pero no había sacado nada en claro. James le explicó casi todo, aunque sabía que ciertas cosas no se las iba a contar, al menos no tan pronto. No entendía que tenía que ver ella en todo ésto y lo único que sabía es que deseaba que James le declarase que aún la amaba. Aún así escuchó atentamente la historia.

Al parecer un joven científico se escapó de un laboratorio en el que le habían implantado una sustancia a través de minirobots o bionanotecnología, una especie de virus que hacía mutar a las personas reconvirtiendo algunas de sus funciones. Antes de escapar se llevó consigo muestras del experimento y los datos que permiten reproducirlo a gran escala.

El laboratorio donde se realizaba la investigación del virus pertenecía a un grupo de empresas cuyos accionistas mayoritarios son por una parte, políticos corruptos sedientos de poder y control mundial y por otra, algunos filántropos millonarios, desconocedores de lo que realmente sucede. Para ayudar, el millonario Augusto Von Tilden de Espinosa había dado aquel año muchos millones para investigación, hasta que su inepto hijo, al parecer un trozo de carne con ojos, había regalado su fortuna entera al dueño de un bar a través de internet.

El científico no era el único que conocía el secreto fuera del laboratorio y el círculo de La Compañía, como se les conoce.
Seis personas más estaban enteradas de todo y dispuestas a ayudarle. El grupo se reunía en un chat que aparentemente era sólo un club de amigos pero con ciertos códigos podían establecer conexiones seguras, incluso con sus móviles. Este club se llamaba "El club de las noches en vela" y estaban esperando contraatacar a la Compañía. Había una reunión programada en la que se esperaba que una de las miembros del club llegase con el ex millonario Augusto, que aún sin dinero estaba lleno de contactos y que esa miembro consideraba que podía ser un buen aliado para la causa.

Gemma iba asintiendo las explicaciones de James y asimilando información, que le parecía inverosímil pero no tenía más remedio que aceptar, pues confiaba en que James siempre le había dicho la verdad, hasta que James le dijo:

-Yo soy un miembro del club y tu jefe Urpiano, es otro de los miembros.-
Gemma estaba asombrada.
-Tranquila, querida Gi, respira hondo.-Dijo James sonriendo al ver la boca abierta de Gemma. No era de extrañar. Acostumbrada a encerar suelos y limpiar baños, se le habían pasado las cosas verdaderamente importantes por delante de sus ojos. Ella tan amante de los detalles...y eran esos los árboles que no le habían dejado ver el bosque. Ella estaba implicada en una conspiración y sabía que tenía que tomar partido por el lado de los buenos, en el que estaba su amado James.
Las preguntas empezaron a agolparse en su cabeza.

-¿La explosión del bar fue un atentado? Urpiano dijo que había sido un accidente pero no nos explicó cómo ni nos dijo qué hacía en su bar un sábado por la noche.-
-En efecto. Alguien quiso asustarnos o simplemente matarnos. De todos los que estaban esa noche del club, sólo Urpiano recibió daños porque gracias a sus advertencias pudieron ponerse a salvo. Yo tenía que llegar a tiempo a la reunión secreta pero tuve un ligero contratiempo y me retrasé, lo justo para ver estallar el local. Algunos viandantes resultaron heridos y hay algún muerto. No sabemos si Augusto se encontraba entre ellos, pues no hemos podido acceder a esa información.
Creemos que la Compañía nos ha descubierto.-
-¿Quienes son los otros?-
-Tiempo al tiempo, querida Gi, iré contestando todas tus preguntas.-
Súbitamente del bolso de Gemma sonó un sonido conocido. James le arrebató el bolso a Gemma y urgó frenéticamente en él hasta que topó con un móvil, con pantalla oscura, en la que se leían las letras parpadeantes "VELA".
-¿Cómo es que tú tienes el móvil?-
-¿El móvil? Tengo un par de móviles que recogí del Urpiano un día que hacía limpieza.-Dijo poniéndose colorada y recordando el que sustrajo del amigo de Urpiano y el que recogió de la papelera del bar de su jefe, que eran idénticos.
-¡Bendita seas!-Exclamó James dándole un beso en la frente.-Tengo que dejarte, necesito ir a un cibercafé. Estaré en contacto contigo y recuerda ¡No comentes nada con nadie de nuestra conversación, ni siquiera con tu jefe o tus amigos! De momento, tú no sabes nada-
James se había llevado ambos móviles y ella se sentía feliz de poderle ayudar.

NEREA

Ah sí, Nerea. Aquella mañana decidió usar su tiempo libre para ir a visitar a su ex jefe Urpiano. Llegó al hospital del Mar y al llegar a la puerta tocó tímidamente la puerta.

-Jefe, soy yo, Nerea. ¿Puedo pasar?-
-¿Lo traes?-
-Sí, aquí está.- Dijo ella aguantándose la risa.
De dentro de su bolso extrajo un paquete envuelto en papel de plata y una botella de medio litro de vino tinto del Penedés.
-Buena chica, rrggg- Pareció emocionarse ante la vista de los ingredientes básicos para su recuperación.
A ella no era la única a la que se le había ocurrido aquella mañana visitar a Urpiano.
Un chico guapísimo, rubio y de ojos azules estaba observando la escena desde la puerta.
-Espero no molestar.-Dijo sonriente.
-Pasa, hombre, pasa amigo Picio.-
¿Picio? ¿Picio? ¿Qué posibilidad hay de que dos hombres se hagan llamar así en la ciudad? ¿Y por qué su cara le resultaba familiar?
-Nerea, te presento a un parroquiano fiel de mi bar. Picio, ella es Nerea, mi ex trabajadora.-
-Picio...¿Conoces a una chica que se llama Ona?-
-¿Ona? Sí, la conozco.- Contestó poniéndose rojo como un tomate.
-Pues es mi mejor amiga y ella me ha hablado mucho de tí-
-¡Qué pequeño es el mundo! jejeje Espero que hablase bien-
-Estupendamente- Sonrió Nerea.
-Venga Nerea- Ordenó Urpiano como si aún estuviese trabajando en su bar. -Agarra esos vasos de plástico de encima del carrito y brindemos a mi salud, que quiero recuperarla pronto. ¡Probad un poco de jamoncito! rrgggg-
Urpiano siempre había sido generoso pero ahora que se sentía renacer, pensando que podría haber perdido la vida.
Nerea miraba y miraba a Picio. Nerea no lo había visto en el Urpiano. Debía de ser un cliente de la tarde. ¿Y de qué le sonaba tanto? "¡Ahh, claaro! Este fue el guaperas con el que nos chocamos Gemma y yo en el Blue Bar." ¿Qué clase de personaje frecuentaría bares tan distintos? Nerea volvía a sentir ese estremecimiento paranoico en el cuerpo. Desde que Alex había instalado cámaras en toda la casa le ocurría cada vez más. Últimamente creía que la estaban vigilando. Lo peor de todo es que era completamente cierto.

Por supuesto, quedan pendientes las intervenciones en el asunto de Laura Victoria, Picio, Ona, Alex / Xela, Al, Augusto, Kivu y el imprescindible gato MAX con sus correspondientes vidas anteriores, entre tantos otros, pero habrá que tener paciencia para conocer su correspondiente implicación.

13 comentarios:

Irene dijo...

He puesto a los personajes diferentes colorcitos. Si alguno quiere que su personaje tenga un color en especial que me lo diga y lo cambiaré para que coincida.

Anónimo dijo...

Eres mi heroa XD.
Gema y yo te estamos agradecidisimas.
Llevo dias intentando continuar y estoy mas perdida que un pulpo en un garaje, a la que empiezo me enrredo y lio y se alarga la historia hasta lo indecible, y vas tu y en un plis plas lo pules, lo abrillantas y encima le das aire.
Eres la OSTIA guapa¡¡

Norma dijo...

Gracias!!!!!!!!

Ahora ya me veo capaz de seguir... siempre a mi bola, por supuesto, jajajaja

Aviso que Kutxi me ha dado permiso para matar a Augusto. Sólo me ha pedido una cosa: que sea cruel!!!!

Se hará lo que se pueda ;)

Norma dijo...

Se admiten ideas para la triste partida de Augusto :)

Irene dijo...

jajaja, es que empecé a leer todo y a juntar algunos hilos. Espero que ahora la historia continúe a saco xDDD
Besitos

norma, no hay de qué xD Yo he dejado en el aire la posibilidad de que Augusto hubiera muerto en la explosión para dar emoción, pero por supuesto, recordé que se te encargó a tí la muerte del susodicho xD Puedes dejarlo herido y que lo lleven al Hospital del Mar para luego que alguien entre en la habitación y le haga morir con dolor jajajaja (Me estaba imaginando algo estilo enfermera de "kill bill") o simplemente no llegó a tiempo a la reunión esa noche porque horas antes ya lo habían matado. :_)

Lesan Mora dijo...

Interesante historia. Un poco larga, pero bonita
besos

zendal dijo...

PLAS PLAS PLAS. Grasias... :_)

Esta semana me pongo las pilas, jaja, que ya tenía un lío tremendo (en realidad, desde que empezamos con esto, tengo un lío tremendo, ji)

dalr dijo...

Ole! Lo que yo no sé es cuando me han robado el móvil de Urpiano. Tendré que releerme la historia. Me has ahorrado un trabajazo porque estaba pensando en hacer algo parecido. Ahora cada cual a solucionar sus asuntillos particulares y así podemos ponerle colofón al asunto con una sesión de antikaraokeeeeeeeeee!

Irene dijo...

lesan mora, gracias por dejar tu comentario. ¿Un poco larga? ¡Es larguísima! jejeje

zendal, pues a ver cómo vuelve a escapar Asís y como recupera (o no) sus cosas. Tengo ganas de saber más acerca de las ventajas de ese virus.

dalr, lo de los móviles es lo más liado. Si veis que me he colado en algún punto me lo decís y lo corregimos sobre la marcha.
Como dices tú, a resolver asuntillos y una vez todo atado y bien atado, antikaraoke party xDD

dalr dijo...

Pos sí. Confirmado que la cosa con los móviles se ha liado. Había dos. El de Asís, que lo tenía Picio, y el de Urpiano. Picio aparentemente cambió el suyo por el de Urpiano, pero luego resultó que Gema los había estado trasteando y a saber cual de los dos tiene en su casa. Luego a Urpiano se le perdió el que tenía (que podía ser el suyo o el de Asis) y le pareció ver que se lo chorizaba Augusto, pero lo mismo se quedó pegado en la barra y sigue ahí confundido entre la grasa. El hecho es que luego Gema le quitó a Augusto un móvil y lo tiró a la papelera. Suponiendo que lo recuperara después de la papelera, para haber pillado otro en el Urpiano (entre la grasa) tendría que haber TRES MÓVILES. Que tal y como está la cosa tampoco me sorprendería mucho. Lo mismo se lo chorizó a otro miembro del club (el miembro secreto y no voy a hacer ningún comentario al respecto) y el otro lo desincrustó de la barra del Urpiano... En fin. Que tenemos lío al canto, pero que vaya, todo solucionable. De todos modos, como Picio no ha perdido el suyo se lo queda, que le hace falta.

Irene dijo...

gracias d@lr,ya me parecía a mí que había tres móviles, por eso dije que Gemma tenía un par.

Mi idea es que Urpiano y Picio intercambiaron sus móviles. Picio se quedó con el móvil de Urpiano y Urpiano con el de Picio (el que encontró en el blue bar, osea el móvil de Asis).
Gemma tiró el móvil de Augusto a la papelera y al día siguiente en su proceso superlimpiador vio que en el móvil de su jefe (el de Asis) había caído grasa y lo quiso limpiar pero no podía. Entonces,como recordó haber tirado un móvil a la papelera fue a mirar y sí, eran iguales. Les cambió las carcasas y ahora el móvil de ASis, de nuevo reluciente lo guardó en el bolso, mientras que el de Augusto con la carcasa vieja lo metió en una bolsa para llevarlo a reciclar.
Cuando el Urpiano explotó, Gemma tenía pensado llevárselo a su jefe al hospital, pero James se lo llevó consigo y ella le dejó hacer, dado que ahora sabe que su jefe y James son del mismo club. Lo que no sabe Gemma es que ese no es el móvil de su jefe, sino el que tiene ahora Picio.
Por eso tanto a James como a Picio le salen las palabras VELA en sus pantallas.
(Es una explicación razonable, como cualquier otra)
Besos

Norma dijo...

Nokia, embarrulling people :P

Blackjoker dijo...

A partir de "es fácil" me he perdido. En esos moviles también te dicen Como estas? como los de Vadoafone. por que hay para decir: Liado gracias y tu de quién eres?;-P